Una porción del pastel de bodas del príncipe Carlos y Diana de Gales de unos 800 gramos, que era parte de una de las veintitrés tortas elaboradas para la boda real, y que fue guardada y congelada por una de las empleadas de la reina Isabel II, fue vendida en una subasta por más de 3.000 dólares, después de 40 años, de la "boda del siglo".
Fue vendido junto al programa de la ceremonia de boda, un menú del desayuno conmemorativo y un plano de los asientos asignados para la recepción en el Palacio de Buckingham, la porción "parece encontrarse en las mismas condiciones exactas que cuando se remató originalmente", afirmó la empresa, aunque recomendaron no comerlo.
La rebanada de pastel nupcial fue para Moyra Smith, miembro del personal de la reina madre en Clarence House. Smith la mantuvo en una lata de pastel floral con un sello hecho a mano en la tapa que decía: “Manéjese con cuidado - Pastel de bodas del príncipe Carlos y la princesa Diana” que firmó y fechó “29/7/81”.
El trozo cubierto por mazapán con un glaseado blanco, se encuentra "ligeramente agrietado" y guardado en film de cocina transparente. A su vez, está adornado con una versión 'azucarada' del escudo de armas real, custodiado por un león y un caballo.
"Considerando su tamaño, lo más probable es que provenga de un costado de un pastel o de la parte superior de un piso", señaló la casa de subastas, que ya había adjudicado una primera porción de la torta nupcial por 1.000 libras en agosto de 2008, tras la muerte de Moyra Smith.