Una de las tradiciones más conocidas de las bodas es la de tirar arroz a los novios una vez que termina la ceremonia en la que contraen matrimonio. Es una costumbre antigua que tiene un significado y que viene de Oriente.
Culturas como la japonesa y la china asociaban al citado alimento la capacidad de atraer la riqueza y proteger de la mala suerte. También simboliza la fertilidad, la abundancia y los buenos deseos, por lo que se lanza a los recién casados para que sean felices, tengan descendencia y una relación duradera. Un proverbio chino dice: "Que tengáis tanta prosperidad como para poder repartir arroz todos los días de vuestra vida, que os sobre para poder dar a los que no tienen".
Algunos historiadores apuntan a que esta tradición ya existía en la Grecia clásica, donde se arrojaba harina y dulces a los novios. En la época del Imperio romano, las mujeres llevaban espigas en el pelo y los hombres partían pasteles de trigo sobre sus cabezas. En el pasado "cualquier cereal era válido para desear a los novios una vida llena de prosperidad.
ALTERNATIVAS AL ARROZ
El arroz se ha ido sustituyendo en algunas bodas por otros productos alternativos. Son muchas personas las que prefieren recurrir a los pétalos de flores, al confeti o a las pompas de jabón. No solo se trata de evitar desperdiciar el alimento, sino también de no hacer daño con sus granos.